Mi boda

No, no soy Ana B.

Soy Margot y sí sí estoy también en edad casadera pero no no, no me caso aún. 

Hace unos días mientras oía una canción de mi lista WEDDING (de esto hablamos un poco más adelante vale?) me puse a reflexionar para mis adentros. Es algo que suelo hacer mientras hago tareas mecánicas (en este caso “ponía bonito” un plano para el proyecto fin de carrera de mi mejor amiga). Y entonces la cabeza se me fue y me puse a pensar en las bodas, y en qué significan para mí. Necesito escribir esto decirlo en voz alta primero porque quiero compartirlo y segundo para tranquilizar a mi querido hermano que hace poco me expresaba su preocupación sobre las altas expectativas que él cree que tengo en dicho evento.

Es verdad que puede ser que para algunas chicas (más que para algunos chicos) sea mucho más trascendental ese momento en la vida. Para mí lo es. Y es verdad que yo ya hablaba de bodas incluso antes de llegar a la edad de tener novio, y también es cierto que como ya os conté aquí guardo mi carpetón de ideas, mis recortes de revistas, flores preferidas, colores corporativos y un largo etc. Y habrá quien piense que todas esas “pijadas” no se necesitan para casarse y habrá quién ni siquiera quiera pasar por el altar. Yo lo respeto totalmente, pero a la vez me declaro defensora de las bodas con sentido y sobre todo con sentimiento. 

¿Y qué es una boda? ¿Y realmente cambia tú vida? ¿es necesario? ¿cómo sería para mí la boda “perfecta”? ¿Quiénes estarían? …. Son algunas de las preguntas que intentaba contestarme a mí misma…

No, no estoy obsesionada. Hablo de ello porque tengo una idea positiva de lo que supone una boda, primero en la relación sentimental (a lo mejor esto es debido a mi condición de enamorada). Y es que me imagino una boda preciosa, con todo cuidado al detalle, con el vestido más bonito del mundo, y ESA canción sonando en mi entrada triunfal … Pero eso en realidad es sólo un escenario para el que es para mí el mejor momento de la boda, EL MOMENTO, realmente el que más me interesa de la mía y en el que más me fijo de las demás. Y por eso espero que no se me olvide, que los preparativos y los nervios no me arrebaten el disfrutar de ver la cara de felicidad de tus familiares y amigos al verte pero sobre todo de ver la cara de ÉL. (Ahí a lo mejor le doy la razón a mi hermano y sí que tengo muchas expectativas, pero estoy segura de que no me voy a decepcionar.) 

No sé si cambiará algo mi vida en el sentido estricto de la frase, sobre todo si antes ya compartes piso con tu tu novio (ese aún no es mi caso miaj!). Y sin casarte puedes vivir y de hecho si no lo tienes claro yo no le veo el sentido, ni es una cosa que haría con prisas. 

Me gusta la idea de que necesites juntar a la gente a la que quieres, gente necesaria en tu vida (con la mano en el corazón, no invitar por invitar, a ser posible que conozcas a todos!!) para pregonar la noticia: “Hola estamos tontos perdidos de amor y queremos dar otro paso firme en nuestra relación, teníamos que decíroslo.” ¿Y para eso necesitas una boda? Pues a lo mejor no, puedes hacer una fiesta, o nada ,o llamar a todos por teléfono (opción patrocinada por movistar). ¬¬

Me gusta el ritual de la ceremonia, da igual si es civil o religiosa, porque de las dos formas puede ser emotiva. Me encantan los escritos que dedican algunos invitados y los votos personales que se declaran los novios. Y me parece lógico que se elija personalmente la música. Dicen que hay canciones para expresar lo que sientes en cualquier momento. 

Y es que las bodas es una forma de expresión. Cuando quieres contar con muchas ganas algo que tienes por dentro y quieres soltar fuera, te ayudas de más cosas además de las palabras. (A mí me encantaría cantar en tu boda Ana B. si tuviera el valor) 

Casi todos los detalles que engloba una boda tienen su sentido, y tienen que servir para ayudar a expresar ese sentimiento que queremos transmitir. Y por eso entiendo, comparto y apoyo que algunas necesitemos una boda preciosa, a nuestro gusto. Invitas a gente que te importa a presenciar un momento para ti importante y creas una atmósfera especial, pones TUS flores, o millones de lucecitas (como quiero hacer yo), eliges vuestros colores, te vistes de manera especial … agasajas a tus invitados pero a la vez a ti, y a ÉL y guardas en tu memoria un montón de recuerdos de ese día. 

Me casaré cuando llegue el momento, hasta entonces (y después) hablaré de bodas. Por suerte para mí, mi consorte no es de los que le dan respingos cuando oye esas cuatro letras. 

Haré una boda dentro de mis posibilidades, y procuraré que sea preciosa, a juego con el momento, pero no me preocupa. Con que pueda disfrutar de ver SU cara (y el primer baile) ya habré cumplido lo que quiero. 

Además para los preparativos cuento con la ayuda de mis Hermanas Bolenas …

Tengo una pregunta para las que os habéis casado:
¿Volveríais a hacerlo?

Y aquellas que aún no habéis pasado por el altar:

¿Tenéis ilusión por hacerlo?
¿Creéis que es un acto superficial, un negocio...?
¿Es tan raro en estos tiempos que corren, pensar en tu boda,
(aunque sea pequeñísima y sencilla), como uno de 
los días más bonitos de tu vida?

Fotos: Pinterest

Hermanas Bolena … como veis una vez al mes hago post-terapia ... Estoy más bodil que nunca, será por nuestro proyecto de diseño, asesoramiento y decoración de bodas, será porque se empiezan a casar las amigas (y las hermanas), o no y será que soy así de fábrica.


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