La historia se repite... por desgracia.

Hace exactamente 7 meses y 3 días escribía en este blog uno de los posts más sonados y comentados.

Dicho post tenía por título "Diario de..." y en él traté de ilustrar (dentro de la brevedad, y mira que fue largo) mi periplo durante aquellos meses en los que sufrí todo tipo de perrerías sanguinolentas desde que mi amigo el "mioma gigante" y yo nos conocimos...

Sois muchísimos los que nos seguís y leéis desde entonces, pero para los que en estos momentos no sepan ni por dónde van los tiros, resumiré la causa en apenas diez líneas:

- En Junio de 2011 comienzo a tener lo que los médicos conocen por "metrorragias" y que para los menos doctos como yo podríamos denominarlo como "hemorragias para caerse de culo".

- Este hecho sospechoso me anima a acudir al médico de cabecera para pedir las pruebas pertinentes (entre ellas una ecografía de las de toda la vida).

- Mi médico de cabecera se niega a mandarme al ginecólogo porque considera que no "aporto pruebas al caso" y que sin pruebas no hay volante.

- Dudé durante unos días en llevarle a mi médico unas toallitas bien empapaditas de mi sangre... me pudo la vergüenza y al final opté por pagarme una eco en una clínica privada.

- Y allí estaba, un mioma como una naranja valenciana. Un chupóptero con vena propia. Una especie de hijo tonto al que alimentar, que me cortocircuitaba las hormonas y que jamás me escribiría: mami, te quiero.

- El resto de la historia mejor la léeis en dicho post, que he prometido menos de 10 líneas de resumen y esta es la once...digo la doce.

A finales de Febrero ya estaba operada. Cuando fui a recoger los informes casi me caigo de la silla al leer que aquel mendrugo había adquirido unas dimensiones bárbaras (casi 12 cm de diámetro). Por lo demás, operación recomendable al 100% (mi familia y mis amigos siguen flipando cada vez que me oyen decirle a alguien "tu no sufras, eh, que operarse es una gozada... no duele nada y te quedas como nueva"...). Y efectivamente lo pienso. 

Chicas, hay que revisarse y si aparece algo malo ¡fuera bicha!. No tengáis miedo, lo dice una bolena que se hacía una analítica cada 5 o 12 años jajajajajajaja...

Y hasta aquí se acabó la gracia. Fin.

Ayer, lunes 8 de Octubre, Margot y yo quedamos en el centro de salud. Como buena hermana mayor me había encargado de pedir cita para ambas. Yo tenía que recoger unos análisis de sangre para comprobar el estado de mi "ferritina" y otras -inas que se fueron a parla durante los meses que estuve enferma. Margot tenía que pedir hora para el ginecólogo ya que después de 28 añetes, iba tocando aquello de revisar que todo estaba en su sitio dado que MADRE, ABUELA Y HERMANA ya estaban operadas del temita.

Entramos por la puerta. Mismo médico. Sí sí, aquel que me negó la cita con el ginecólogo y que "supuestamente" el día que me vio entrar por la puerta recién operada se avergonzó de no haber obrado correctamente. (O eso creía yo).

Llega el momento clave: "pues mire doctor, visto que mis antecedentes familiares no son muy exitosos que digamos y teniendo en cuenta que nunca me ha revisado un ginecólogo y tengo 28 años, me gustaría que me diera usted un volante..."- Margot.

Ahora es cuando todos esperamos que el amable doctor diga algo así como: "por supuesto, me equivoqué con tu hermana pero no cometeré ese error dos veces"- el doctor. (De hecho yo estaba delante para ponerle mi mejor cara de póker).

PUES NO. NO, NO, NO Y MIL MALDITAS VECES NO.

Con una cara como una puerta de establo el tío repite una detrás de otra exactamente las mismas palabras que hace un año por estas fechas: "no puedo mandarte al ginecólogo sin pruebas".

TÓCATE LOS HUEVOS MANOLO. 

Gracias a que la Reina Madre estaba presente, me muerdo la lengua y de la forma más educada posible le contesto: "mire doctor, en mi caso las pruebas sólo podía aportarlas una ecografía y usted no fue capaz de mandármela"...

Y el hombre más subidito de lo que se podía esperar nos reconduce de nuevo a las palabras mágicas: "clínica privada".

Mi vena Che Guevara sale a relucir de nuevo y le recalco si se le ha pasado por la cabeza que no todo el mundo se puede permitir una ecografía en la privada y de ser así, ¿por qué entonces tenemos que pagar impuestos públicos?.

Me enciendo por momentos. Mi hermana está pidiendo la primera revisión ginecológica de su vida y la manda por el mismo camino que a mí, ¡a tomar por saco!. Y encima delante de mi cara pálida no sólo por la vergüenza ajena sino por la anemia que aún arrastro desde hace un año. Porque amigas, esto no es un juego. Puedes tener un bultito inofensivo con el que ir a la tumba sin enterarte, ¡puedes incluso no tener nada nunca! pero de la misma forma puedes tener dentro un bicho maligno que te haga desangrarte durante meses, tener los ovarios con una plantación de setas que ya quisieran en Ámsterdam, estar de baja laboral ni se sabe, perder el conocimiento cuando estás sola en casa, arrastrar una falta de hierro que ni comiendo tornillos... y todo ello no hay ecografía que lo cure, pero al menos sí que lo pruebe y que siente las bases para que te pongan en tratamiento. Que mi bulto en 5 meses se convirtió en un melón que ya quisiera el de villaconejos...

No sé si habréis oído hablar de El Señor de los Anillos, pero es una saga de películas muy entretenidas llenas de enanos feos y enanos muy muy feos, caballeros no tan feos, duendes medio guapos pero con orejas picudas y todos ellos se quedaban muertecicos en el sitio cuando oían la palbra: "Sauron"...

Pues bien, podéis elegir personaje entre los enanos varios y los duendes_oreja_pipa, pero preparaos porque aquí viene la palabra que nos hará temblar a todos...: "PROTOCOLO".

Un librito fascinante que el médico tocapelotas ha prometido imprimirme y regalarme en mi próxima visita a su consulta. ¿Sabes lo que voy a hacer con cada hoja? limpiarle el culo a mi gato.

Me parece fascinante que los que están arriba se dediquen a redactar una serie de normas con el suculento nombre de "PROTOCOLO", pero los que estamos abajo sabemos que los que escribís estos folios llenos de cosas interesantísimas sois los primeros que no lo vais a cumplir. ¿O resulta que tenéis el mismo para mi hermana como para "La Hermana De"...?

Normas las hay en todas partes. Y reglamentos y pautas y controles. 

¿Pero cómo queréis que respete un "protocolo" de una sanidad pública que yo pago si cuando acudo enferma al médico me negáis las pruebas pertinentes?. ¿¡Aunque sea la primera vez que piso el centro de salud!?

¿Y por qué esto pasa especialmente en ginecología?. 

¡¡¿O a caso es sólo en el ambulatorio de mi barrio?!!.

Y por favor os pido. Si hay algún médico detrás de la pantalla: NO me repitáis el maldito protocolo que ya me lo sé de memoria:

- Te mandan una citología y una analalítica de sangre sí. Y si no hay síntomas de nada grave, no hay ginecólogo posible. ¿Por qué? ¿Acaso las citologías diagnostican miomas uterinos, metrorragias, ovarios poliquísticos? porque que yo sepa hasta la fecha, no.

Ahhhhhhhh... que todo eso no es grave... ¡no qué va!. El día que me dijeron que a lo mejor me quedaba estéril de por vida sentí lo mismo mismito que la última vez que me dijeron que tenía los pulmones llenos de moquete... Aún se me ponen los pelos como escarpias al recordar la cantidad de mails que recibí en su día de chicas contándome sus "casos" y por desgracia muchos de ellos no con un final feliz como el que tuve yo. (Y lo de "feliz" lo dejamos así, entre comillas, que yo por que no me arramplaran con todo ya me di por satisfecha, pero un quirófano y una cremallera no los pide nadie para Reyes...)

Por otro lado, en mis primeros análisis de sangre la ferritina y el hierro estaban en el límite, según el protocolo: GINECÓLOGO NO. Y así fue. Según la realidad 15 días más tarde después del sangrado correspondiente YO YA TENÍA ANEMIA. ¿Ahora sí, no?. Total, para qué lo vamos a evitar antes, si de una anemia ferropénica se sale de la noche a la mañana ¡JA!.

Los primeros culpables son los que redactan estas normas del demonio. Pero el que las ejecuta sin miramiento y ajeno a toda responsabilidad es igual de culpable.

Yo no soy médico, pero mi cerebro me dicta lo siguiente:

- Existe saturación en las listas de espera para pruebas ginecológicas (no lo dudo en muchos de los centros habilitados, sin embargo yo pedí voluntariamente que me dieran en otro centro aunque no fuera el de mi barrio y ¡ohhh milagro! había cita para la semana siguiente...mucha saturación no creo pues...).

- Si una chica se ha hecho una ecografía hace un año y le salió perfecta, no presenta ningún síntoma, análisis de sangre dentro de lo normal (ojo que al límite no cuenta como "normal"), me parece bien que se le recomiende esperar otro año si ella además no padece nada raro. Hasta aquí todo claro.

- Yo estoy ya dentro de la lista VIP. Pertenezco al club de las operadas y cada 6 meses tengo mi cita innegable con el ginecólogo. ¿Y qué? ¿Acaso pensáis que voy por gusto? ¿Que no preferiría hacerme pruebas cada 2 o 3 años?. Pertenecer a este club no mola nada. Preferiría una y mil veces que a cualquier mujer le detectaran lo mío cuando medía tan sólo 1 cm, que se curara con un tratamiento no invasivo, a poder ser sin cremalleras en el útero y todos tan contentos.

No señores, que yo sepa no hay ninguna adicta someterse al increíble mundo del "turulo" con camarita. Supongo que esas cosas las mujeres las preferimos en nuestra intimidad, no sé si me explico. Y ojo, si las hay, ¡a mí no me carguen el muerto!. Ustedes tienen los informes de todos nosotros, de todas las veces que acudimos al médico, de las pruebas que nos han realizado a lo largo de nuestra vida. ¿Que una persona lleva 18 millones de cajas de paracetamol en su haber?. ¿Y a mí qué me cuentan?. Explíquenle a esa persona que el paracetamol no es sacarina... pero no compensen sus "baremos" a final de año con personas como mi hermana o yo que preferimos arar un secarral con los piños antes que ir al médico a pasar el rato.

Con este post no pretendo meter a todos los médicos en el mismo saco. Tengo la suerte de haber sido operada por un cirujano que prefirió 3 horas de operación para "ir con cuidadito" antes que cortar por lo sano y terminar en 20 minutos.

También tengo una ginecóloga a la que le conté que me notaba un bulto en el pecho y que me mandó ipso facto a la pruebas pertinentes (y allí estaba, el bulto digo, para corroborar una vez más que la gente, por lo general, no se inventa lo que tiene...).

Yo sólo quiero saber si nuestro caso es aislado o esto pasa hasta en las mejores familias. Desde luego dentro de nuestro círculo de amigas, no. Es más, no hay ginecóloga que se precie que no te eche una buena bronca como roces la treintena y no te hayas hecho pruebas nunca...

Esto ya no es hablar por hablar. No hablo de crisis, que la hay. De recortes, que los hay por supuesto. 

Hablo ya de dignidad. NO SOMOS GANADO. Somos igual de "personas" que aquellos que pueden disponer de una sanidad privada. Yo prometo no malgastar jamás un sólo euro de la sanidad pública. Y como yo, mis hermanos, mis padres, mi propia abuela... nunca lo hemos hecho porque conocemos a la perfección nuestra responsabilidad. Pero ojo. Donde acaba mi responsabilidad empieza la tuya Dr. Miguel Angel C. Y esto no se queda así...

Esto será un blog enano perdido en el culo del mundo. Pero este blog lo leen personas, muchas más de las que nos habríamos imaginado nunca... y un tanto por ciento elevado son mujeres que han pasado por lo mismo o que al menos quieren evitárselo a sus hijas. 

Mi hermana sacará el dinero para pagarse una revisión ginecológica de donde sea. En mi familia no somos de vaijar por Europa cada verano así que siempre tenemos un "saquito" para los "porsiaca", aunque estos porsiacas los estemos pagando mes a mes en nuestras cotizaciones correspondientes: ¿por que esto no desgrava, verdad que no?

Una cosa sí te digo: reza para que no encuentren ni un resquicio de nada, porque entonces amigo, tú y tu protocolo vais a gozar de un traje que no va a pasar de moda en varias temporadas...

Ya está bien, hombre. YA ESTÁ BIEN.

Hermanas Bolena... no tengo nada más que decir. Sé que al leerme pensaréis que estoy indignada y lo estoy... pero sobretodo estoy muy muy triste... todos tenemos una familia, yo algún día tendré unos hijos... rezaré para que nunca tengan nada grave; me gustaría ser médico para poder curarles a todos si se diera el caso, pero creo que ni con eso bastaría. Me asusta vivir en una sociedad así. Tiene que haber algo que podamos hacer... si a alguien se le ocurre, sus comentarios serán bienvenidos, aquí, en el mail, en las redes sociales o donde sea....

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