En primer lugar empezaré por dar las gracias a todas/os las que habéis leído mi post anterior Creo que dedicar vuestro tiempo, aunque sólo sean unos minutos, a leer lo que alguien ha escrito, es una muestra de reconocimiento y por qué no, también de cariño.
Bien, pues al grano.
No os voy a contar ni éste ni ningún parto y por favor, en la medida de lo posible, procurad no contar ni que os cuenten los múltiples partos de madres, suegras, amigas, vecinas… Muchas veces suelen ser poco gratificantes y llega un momento en el que no sabes si sentarte o salir corriendo al grito de “¿Pero dónde me he metido?¡¡¿Quién me mandaría a mí?!!”.
No os voy a contar ni éste ni ningún parto y por favor, en la medida de lo posible, procurad no contar ni que os cuenten los múltiples partos de madres, suegras, amigas, vecinas… Muchas veces suelen ser poco gratificantes y llega un momento en el que no sabes si sentarte o salir corriendo al grito de “¿Pero dónde me he metido?¡¡¿Quién me mandaría a mí?!!”.
Y es que te enteras de que estás embarazada y empieza una carrera contrarreloj en la que obtener toda la información necesaria para convertirte en una madre perfecta, es decir, una madre de libro.
Con dicha información te montas una "película" que proyectas día a día en tu cabeza y esperas que con la ayuda del tocólogo y de la comadrona… todo salga como se espera.
Llegó el gran día (en mi caso, no sin cierto retraso, ya que la niña resultó "estar muy a gustito" y no tenía ninguna prisa por salir...)
Y allí está ella: nuestra hija nos parece preciosa y nos despierta una ternura infinita. Esto no se puede explicar con palabras, solamente se puede vivir.
Y allí está ella: nuestra hija nos parece preciosa y nos despierta una ternura infinita. Esto no se puede explicar con palabras, solamente se puede vivir.
Sin embargo al día siguiente, ya se desprende la primera página del “Manual de mamá primeriza perfecta”.
En el caso de Ana, creo que se me cayeron ¡todas las páginas de golpe!...
Cuando me la dieron, me miró fijamente a los ojos, posteriormente comprendí que me estaba diciendo: “no te creas que yo voy a hacer todo lo que tú quieras”:
¿Comer cada tres horas? (entonces era lo que te decían que había que hacer).
"Comeré cuando quiera y si tengo hambre".
¿Dormir acurrucadita y todo el tiempo?
"Dormiré cuando me canse de observar el ambiente, ¡con la de cosas que hay para ver! Me dormiré un ratito cuando ya me caiga de sueño, ¿¡o es que crees que me lo voy a perder durmiendo!?".
"Comeré cuando quiera y si tengo hambre".
¿Dormir acurrucadita y todo el tiempo?
"Dormiré cuando me canse de observar el ambiente, ¡con la de cosas que hay para ver! Me dormiré un ratito cuando ya me caiga de sueño, ¿¡o es que crees que me lo voy a perder durmiendo!?".
Y tú, hecha unos zorros, cansada, dolorida y muerta de sueño te das cuenta de que esto no tiene vuelta atrás...
Así que comiendo poquito y durmiendo menos aún, os podéis imaginar lo que suponía ir a la farmacia a pesarla cada semana. Engordaba 50 gramos o 100 si había suerte.
¡Y cómo no! Cerca siempre hay un bebé de la misma edad que toma ración doble, duerme del tirón y engorda medio kilo a la semana.
Una siente que como madre, llega al aprobado "raspado".
Eso por no hablar de sus primeras fiebres... aún recuerdo el primer día que la tuvimos que meter en la bañera porque la niña echaba humo. Todo te parece un mundo: los dientes, los cólicos, los primeros coscorrones... Te preguntas una y mil veces como tu propia madre fue capaz de sacarte a ti y a tus hermanos adelante sin morir en el intento. Hoy en día, mi perspectiva es otra, claro está, pero entiendo a la perfección a todas las madres novatas aún siendo de generaciones bien distintas a la mía. Ser madre, al menos de primeras, no es nada fácil.
¡Y cómo no! Cerca siempre hay un bebé de la misma edad que toma ración doble, duerme del tirón y engorda medio kilo a la semana.
Una siente que como madre, llega al aprobado "raspado".
Eso por no hablar de sus primeras fiebres... aún recuerdo el primer día que la tuvimos que meter en la bañera porque la niña echaba humo. Todo te parece un mundo: los dientes, los cólicos, los primeros coscorrones... Te preguntas una y mil veces como tu propia madre fue capaz de sacarte a ti y a tus hermanos adelante sin morir en el intento. Hoy en día, mi perspectiva es otra, claro está, pero entiendo a la perfección a todas las madres novatas aún siendo de generaciones bien distintas a la mía. Ser madre, al menos de primeras, no es nada fácil.
No obstante, no todo podía ir mal.
Como nuestra pequeña demandaba tanta atención, qué duda cabe que recibió una estimulación precoz, de modo que a los tres meses sujetaba solita el biberón del agua, con 9 meses caminaba (con aquellos pies tan pequeñitos que parecía imposible que mantuviera el equilibrio), con menos de 1 año repetía un sinfín de frases que utilizaba adecuadamente en las conversaciones que manteníamos y con dos, ya no teníamos bebé.
Sinceramente, no tengo conciencia de haberle tenido que enseñar nada, esta niña aprendía sola.
Como nuestra pequeña demandaba tanta atención, qué duda cabe que recibió una estimulación precoz, de modo que a los tres meses sujetaba solita el biberón del agua, con 9 meses caminaba (con aquellos pies tan pequeñitos que parecía imposible que mantuviera el equilibrio), con menos de 1 año repetía un sinfín de frases que utilizaba adecuadamente en las conversaciones que manteníamos y con dos, ya no teníamos bebé.
Sinceramente, no tengo conciencia de haberle tenido que enseñar nada, esta niña aprendía sola.
Tres años después nació Margot y aquello no le supuso ningún trauma. Además, la recién llegada le traía a su nueva hermana mayor un regalo muy deseado (un lego enorme). La psicología de un niño es mucho más sencilla de lo que solemos entender los mayores, de modo que hacerla compartir aquel momento como algo deseado, para estar felices y por qué no, con un detallito "de parte de la nueva" es un truco que después de 3 partos, tengo más que comprobado que funciona (guiño).
Eso sí, cuando le hacíamos participar en el cuidado de la bebé, Ani enseguida nos decía: “Me voy a jugar que esta niña es muy aburrida... Mejor cuídala tú, que para eso es tu hija” (jajajajajajajaja, esta historia se volvería a repetir cuando llegaran los mellizos...).
Eso sí, cuando le hacíamos participar en el cuidado de la bebé, Ani enseguida nos decía: “Me voy a jugar que esta niña es muy aburrida... Mejor cuídala tú, que para eso es tu hija” (jajajajajajajaja, esta historia se volvería a repetir cuando llegaran los mellizos...).
Y es que como padres, crees que después de unos cuantos libros te las sabes todas, cuando en realidad, es tu hijo el que se convierte en tu mejor maestro.
¿Una anécdota graciosa?:
Con apenas 2 años aquella pequeñaja de pelo rizado no sabía leer, obviamente. Sin embargo, era capaz de memorizar los cuentos que yo leía cada noche de tal forma que cuando estaba con amiguitos en casa o en el parque, abría el libro, pasaba las páginas y les iba contando aquella historia como si de verdad supiera unir una sílaba con otra...
Eso por no hablar de cuando jugaban al "escondite". Los niños mayores se desesperaban. Pasada una hora, los pobres, aburridos, decidían acabar el juego y ella detrás de "vete tú a saber qué arbusto" seguía agazapada pensando: "a ver si estos se van a creer que por ser yo la más pequeña, me van a pillar a mí primero"...
¿Una anécdota graciosa?:
Con apenas 2 años aquella pequeñaja de pelo rizado no sabía leer, obviamente. Sin embargo, era capaz de memorizar los cuentos que yo leía cada noche de tal forma que cuando estaba con amiguitos en casa o en el parque, abría el libro, pasaba las páginas y les iba contando aquella historia como si de verdad supiera unir una sílaba con otra...
Eso por no hablar de cuando jugaban al "escondite". Los niños mayores se desesperaban. Pasada una hora, los pobres, aburridos, decidían acabar el juego y ella detrás de "vete tú a saber qué arbusto" seguía agazapada pensando: "a ver si estos se van a creer que por ser yo la más pequeña, me van a pillar a mí primero"...
Las anécdotas podrían llenar un tomo de enciclopedia; estaba claro que era muy inteligente para su edad, muy madura y sobre todo lista para la vida.
Cuando Margot creció un poquito, directamente la adoptó. No se separaban ni un minuto, aunque de vez en cuando, también la engatusaba para comprar las chuches comunes con su dinero y así ella, poder "ahorrar". Era experta en encontrar la situación más ventajosa, aunque no levantara dos palmos del suelo.
Cuando Margot creció un poquito, directamente la adoptó. No se separaban ni un minuto, aunque de vez en cuando, también la engatusaba para comprar las chuches comunes con su dinero y así ella, poder "ahorrar". Era experta en encontrar la situación más ventajosa, aunque no levantara dos palmos del suelo.
La etapa escolar fue excelente, algo que en gran parte tuvo mucho que ver con nuestro "vuelco" absoluto en su enseñanza. Con 5 años escribía todas las tardes una hoja en su diario con el fin de que supiera expresarse correctamente y sin faltas de ortografía. Por aquel entonces, vivíamos en Oviedo y la pobre tenía como 20 páginas seguidas en las que escribía: "Hoy llueve". "Hoy también llueve". "Hoy vuelve a llover"...
Con 6 años jugábamos a "la escoba", la forma más divertida que se me ocurrió para que aprendiera a sumar con fluidez sin tener que recurrir a las famosas "cartillas Rubio".
Con 7, practicaba gimnasia rítmica, natación y pintura (y es que con 3 o 4 añitos se nos ocurrió apuntarla a ballet para "principiantas" y aunque la pobre no llegaba ni a la barra, descubrimos que en el fondo, la danza era una de sus pasiones).
Como madre, siempre fue una satisfacción tremenda hablar con sus profesores un año escolar tras otro y que me repitieran: "esta niña podría saltar de curso sin inmutarse". Y eso que su padre la "picaba" con las notas y le decía haciéndose el serio: "8 sobresalientes y 2 notables. ¿Esos notables habrá que subirlos, no?". Ella se enfurecía y juraba en "arameo", pero se esforzaba hasta conseguir que su padre no pudiera poner ni una pega (y así estuvieron los dos, hasta que por fin llegó la Universidad).
En la adolescencia y debido a su carácter, ofreció un poco de resistencia. Siempre tuvo las cosas muy claras y una personalidad muy fuerte. Sin embargo nunca llegó a haber un conflicto grave. Los mayores problemas no pasaban de querer salir viernes y sábado o de estar toda la tarde de compras y que la niña no encontrara ningún "modelito" de su agrado.
Con 6 años jugábamos a "la escoba", la forma más divertida que se me ocurrió para que aprendiera a sumar con fluidez sin tener que recurrir a las famosas "cartillas Rubio".
Con 7, practicaba gimnasia rítmica, natación y pintura (y es que con 3 o 4 añitos se nos ocurrió apuntarla a ballet para "principiantas" y aunque la pobre no llegaba ni a la barra, descubrimos que en el fondo, la danza era una de sus pasiones).
Como madre, siempre fue una satisfacción tremenda hablar con sus profesores un año escolar tras otro y que me repitieran: "esta niña podría saltar de curso sin inmutarse". Y eso que su padre la "picaba" con las notas y le decía haciéndose el serio: "8 sobresalientes y 2 notables. ¿Esos notables habrá que subirlos, no?". Ella se enfurecía y juraba en "arameo", pero se esforzaba hasta conseguir que su padre no pudiera poner ni una pega (y así estuvieron los dos, hasta que por fin llegó la Universidad).
En la adolescencia y debido a su carácter, ofreció un poco de resistencia. Siempre tuvo las cosas muy claras y una personalidad muy fuerte. Sin embargo nunca llegó a haber un conflicto grave. Los mayores problemas no pasaban de querer salir viernes y sábado o de estar toda la tarde de compras y que la niña no encontrara ningún "modelito" de su agrado.
A día de hoy, Ana es una adulta muy trabajadora, perfeccionista en todo lo que se propone, exigente, incluso un poquito mandona. Tiene su genio (algo que supe desde el momento en que la cogí en brazos por primera vez) pero detrás de esa apariencia de mujer fuerte que puede con todo y más, hay una persona tierna, sensible y cariñosa.
Todos estamos muy orgullosos de ella. Qué voy a decir yo, soy su madre...
Hermanas Bolena ... yo no sé vosotras pero yo no me pierdo el próximo capítulo. Me lo sé de memoria pero me encanta como lo cuenta la Reina Madre...
me encanta, es increible como me he visto reflejada, parecia que describias a mi hija mayor. me encantan tus entradas
ResponderEliminarPero que bien escribe La Reina Madre. Un OLÉ por ella. Me encanta el post, así podemos conoceros un poco más y mejor. No me pierdo el siguiente capítulo.
ResponderEliminarBesos.
María. Cáceres.
Me encanta saber tanto de vuestras cosas y de la vida misma en si! sois tan naturales y fáciles de coger cariño...
ResponderEliminarEvidentemente no me pierdo el próximo capítulo!
Viva la reina madre!
mil besos
Doradoymás
¡Viva la reina madre! Un post precioso!
ResponderEliminarQué bonito, Bolenita... ^^
ResponderEliminarLa Reina Madre es reina por los cuatros costados!! Qué bien se expresa y lo relata todo, debe de ser una pasada que te cuente historias ;D
Gracias por regalarnos esos pedacitos de vosotras ^^
Mil besos
ay madre mia que me estoy haciendo super fan de la mami boleni!! me emociona mucho leerte no sé porqué, supongo que porque se nota que tus palabran salen del cariño más absoluto...
ResponderEliminarchicas! no comenté en los posts anteriores en el de presentarse... yo soy de las que os leen casi desde vuestros comienzos pero en las sombras, de vez en cuando comento pero reconozco que poco... os conocí en la industrial en el handay, en uno de mis peores momentos, supongo que como para acordaros... pero a mi me hizo mucha ilusión veros porque confieso que "hermanas bolena" me hace reir a carcajadas, inspirarme y me encanta! he de decir que llené vuestra libreta de buenos propósitos y muchos los he cumplido!
un beso enorme familia!!!!!
Hola preciosa muy buenas tardes!
ResponderEliminarQue post más bonito, que felicidad tener una madre así.
Deseando ver los demás.
Un besazo fuerte.
Qué bonito el post!!!! Me reído mucho! Vivan todas las madres del mundo! :)
ResponderEliminarDe verdad q da gusto leer a la reina madre, a mi sin conocerla ya me caia bien. Y es q para tener hijjas tan estupendas... está claro q tienes a serlo tambin.
ResponderEliminarLas personas especiales nacen en familias especiales, y rara vez pasa no siendo asi.
Os deseo muuuuuuucha felicidad!!!!! Y q pronto puedastenerel titulo de Abuela Bolena!!!!!
IsaRubio
Me ha encantado la entrada de la reina madre XD
ResponderEliminarMi padre también me picaba con las notas y siempre me enfadaba con él por eso jajajaja
Ohhh qué tierno! a mi me encantaría que mi madre escribiera también sobre mi y mis tres hermanos!! estoy segura que sí se lo propongo me va a mirar con cara rara, Jajajajaja
ResponderEliminarFelicidades hermanas bolena, tienen ustedes una reina madre muy entretenida. Que siga que siga ..... Esperamos mínimo otros tres post con los 3 retoños y luego...... Cuéntenos una comida familiar por ejemplo
ResponderEliminarPero que bonito que escriban eso de ti! Mi madre, que está enferma, en breve ya ni me reconocerá. La verdad es que tenéis mucha suerte de los padres que os han tocado y sobre todo esa entrega total de la reina madre en vuestra crianza y educacion, que al final se nota. Yo, que ahora soy mama, siempre digo que esto es una carrera de fondo ( muy larga) y esta claro que vuestra madre ya esta recogiendo sus medallas. Que envidia! Reina madre: enhorabuena por estos pedacho hijos!
ResponderEliminarAna, estoy deseando un post que diga: " tengo que daris una buena noticia..." Que esta raza no se extinga, por Dios!
Un beso familia.
Ana
Jolin.. que bonita entrada!! me he quedado con muchas ganas de leer más jejeje
ResponderEliminarMay Makeupp
Oyeeee... Y tu nivel de baba al leer a tu mami escribiendo tan bien y encima contigo de prota, qué??? Porque yo estaría q no cabría en mí! :))
ResponderEliminarMira, yo todavía no soy madre, pero estoy segura que me veré reflejada en todo lo q ella ha contado. Es más, creo q yo he sido un bebé tipo tú, por lo q cuenta la Reina Madre...jajaja.
Me encanta leerla, igual q a vosotras!
Besín!
Marta MPeruyera.
Como seguidora-abuela ceobolleta confesa de este blog boleno la mirada de la reina madre en esta fotografía que nos enseña me ha llegado al alma. Ver sus ojos es ver los ojos de Ana, y de Margot, y de María...Y, casi seguro, del heredero. Al recordar sus preocupaciones de madre novata una se ve un poco a sí misma recordando las propias. Y viendo los logros una se alegra de corazón con esta madre. Porque la alegría por los logros de los hijos son inclaclablemente mayores que las que una obtiene por cualquier otro logro personal. Y estoy casi segura que la reina madre estará de acuerdo conmigo en que si bien los padres intentamos enseñar a los hijos, con frecuencia, son ellos los que acaban sorprendiéndote al ver lo mucho que una ha aprendido de ellos.
ResponderEliminarUn fuerte y cálido abrazo
¡OOOOLEEE REINA MADRE! Si ya me encantó tu anterior post, con este definitivamente me he enganchado a tus historias, que son las de mis adoradas bolenis, y es que tienes una forma taaaan adorable de contar las cosas, que parece como si las estuviésemos viviendo contigo y con ellas ;) Tienes toda la razón en que son los niños nuestros mejores maestros, porque cada uno tiene sus propias instrucciones ( ¡ Me ganas por uno y últimamente tengo que imaginar lo que harías en mi lugar...) pero sin duda cuando sean algo mas mayores ¡ Me las habré aprendido todas !
ResponderEliminarUn besazo enooooorme y ve preparando la siguiente entrada, que yo ya me he buscado la butaca más cómoda de casa y así leerte " tan agustito"
P.D: bolenis, tenéis lo que os merecéis ¡ Pedazo madre !
que tierno!! me encanta leeros... un besazo!
ResponderEliminarJo que bonito, escrito con sinceridad y desde el corazón, pero sin ñoñería. Ojalá pronto pueda vivir esa experiencia maravillosa y terminar de entender del todo lo que escribes. Enhorabuena Reina Madre, esperamos segundas partes...y terceras, cuartas..., Besos, Ana C.
ResponderEliminarSe puede echar una lagrimita de lo que me ha emocionado y lo bien que está relatado??? Vaya familia de talentos!!! Muaaakkk
ResponderEliminarItsaso
Precioso!!!!! Que bonito es leer a una madre cuando habla de sus hijos, todo es amor! Me encanta! Ademas pero que re-bien que escribe la Reina Madre, no? Quedo a la espera de la segunda parte!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBesos.
Vaya madraza que tenéis!!Un post precioso!!Besos!!
ResponderEliminarPrecioso post. Me recuerda a mi madre cuando una y mil veces me repite anécdotas, vivencias e historias de cuando yo era bebé, pequeña, adolescente... Igual que hago yo con mi hija. Incluso es ella quien muchas veces me pide (por enésima vez) que le cuente como fue "el día que nací"... "cómo te miré y busqué tu voz"... "el día que buscaba la ranura en mi triciclo en la que poder introducir la moneda y no tener que pedalear más"...
ResponderEliminarMe veo reflejada en la historia de Ana: yo también anduve con 9 meses y con un año hablaba, parece ser que bastante y bastante bien. Lo mejor es que con apenas dos años, más o menos como Ana, me aprendí de memoria los cuentos que mamá me contaba y, para sorpresa de los amigos de mis padres, una noche de fiesta y cena en casa, les recité de memoría, libro en mano (y pasando las pagínas cuando correspondía), el cuento de la Ratita Presumida, incluyendo los consabidos sonidos de todos y cada unos de los animalillos que pretender a la presumida roedora... La amiga de mi madre, Isabel, algo así como conmocionada, fue corriendo a mi madre a preguntarle "Lola: ¿no me digas que la niña ya sabe leer?"...
Preguntaba constantemente ¿por qué?... Por qué... TODO... Al final mis padres solucionaron parte del problema regalándome, sucesivamente, la colección de libros "El porqué de las cosas", diferentes diccionarios enciclopédicos, Atlas de mil maneras y formatos, y varias enciclopedias "ilustradas" (ilustradas, por supuesto, era lo que se llevaba en aquel momento)...
Es cierto, ser padres, en mi caso MADRE, no es fácil, pero es lo mejor de mundo. Quizá sea esa una de las poquísimas certezas de mi vida.
Reina Madre: un verdadero placer... En espera del próximo, evidentemente!
PD.: Gracias por tanta sinceridad y ternura.
Que lindo leer a la Reina Madre!! a mi se me saltan las lágrimas ;-)
ResponderEliminarSusana Ogea.
Qué bonito! me ha encantado...!
ResponderEliminarQue historia tan bonita. Me recuerda a la mia propia y a como me criaron mis padres. Ahora nosotros repetiremos dentro de poco la misma historia y espero tengamos el acierto de hacerlo de tan fantástica forma.
ResponderEliminarUn abrazo
Me lo acabo de leer enterito. Me ha encantado lo salá que es la Reina Madre y esas anécdotas. En más de una me siento identificada :)
ResponderEliminarEspero la próxima edición jijij xx
Adoro a la Reina Madre y ese orgullo infinito por su prole!
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada con prácticamente todo (excepto q yo no tenía problemas para engordar de bebé, nací bien robustita, jajaja), tanto el carácter fuerte, lo espabilada q eras de tan peque, cómo la "severidad" del padre pidiendo sobresalientes por doquier, la rebeldía de la adolescencia y tu pasión por la danza.
Y además de todo eso, somos tocayas!! olé, olé y oléééé por tener tan bonita family.