Cuando no queda otra...

Si me preguntaran si me considero una persona "controladora" diría que no. La vida de los demás me la trae bastante al pairo, con perdón de la expresión. Si la pregunta fuese si soy responsable y perfeccionista hasta el extremo, el sí, sería rotundo.

A veces se me levanta un dolor de cabeza tal, que pienso: "ha llegado la hora, en 3,2,1 mi cerebro explota y adiós bolena". Y es que en mi familia tienen la buena (o la mala) costumbre de recordarme que al paso que voy, soy "carne de ictus". Majos ellos, ¿verdad?.

El caso es que yo sigo en mi afán sin descanso. "Salgo de una y me meto en otra", como nos gusta decir por aquí. Arrastro a los míos en mis locuras, cada vez con menos esfuerzo. Consigo casi todo aquello que me propongo, no sin prescindir de lo que es normal es una persona de mi edad: quedar con amigos todos los fines de semana, hacer escapadas rurales, retomar el shopping con la Reina Madre o comer paella en su casa los domingos.

A veces esto me pone triste, para qué os voy a engañar. El día que decidí dejar mi trabajo para dedicarme de lleno a Hermanas Bolena y de paso, darle su primer trabajo a mi hermana Margot, no sabía ni que lo bueno iba a ser TAN bueno, ni que lo malo, me haría desfallecer.

Y es que al final, una desfallece.

Lo curioso del tema: no puedes controlarlo. Sólo te queda aprender la lección.

Me hace mucha gracia cuando la gente nos pregunta por nuestro trabajo y exclamamos que estamos contentas. "¡Hija qué suerte!". Suerte no señora, mucho esfuerzo. Un esfuerzo que el 80% de la gente que conocemos no estaría por la labor de regalar, puesto que una parte fundamental del éxito de un proyecto pasa por una de estas dos opciones:

Tener un capital social importante con el que iniciarlo...

O bien, suplir "la mano a'lante y otra atrás" con martirios varios como:

- Trabajar los fines de semana y fiestas de guardar.

- Discutir con tu pareja porque la mitad de los días cena solo y la otra mitad, duerme de la misma forma.

- Pelearte con tu familia porque "vas a caer enferma" y pareces una loca irresponsable.

- Disgustarte contigo misma porque quieres ser madre y no encuentras ni el valor ni el momento para traer a tu mundo de desorden organizado, un pequeño bolenito que requiera toda tu atención.

- Pedir disculpas por adelantado a los amigos que no ves, con la esperanza de que no se olviden de ti.

- Plantearte una vez al mes si lo que haces tiene razón de ser, o se te fue la cabeza el día que decidiste "abrir tu chiringo".

Yo soy dura de mollera y confío en que si todo este esfuerzo no sirve más que para llenar dos o tres años de mi vida, apaga y vámonos. De hecho, cada vez entiendo más que el 70% de las pymes cierren en su primer año de vida. Memoriza 2 eslóganes, futuro emprendedor:

- Hay que tenerlos cuadrados.

- El gestor tiene el mismo tono de voz, te cuente lo que te cuente. Vamos, que cada vez que llama piensas que vas a ir a la cárcel como poco. Al menos hasta que te acostumbras.

El mundo blogger es muy dado a mostrar sólo una cara de la realidad: parece que todo son "yummies", pedicuras playeras, unicornios de colores, eventos fastuosos y éxitos por doquier.

Por un lado está bien. No creo que nadie sea tan masoca de leer un blog donde se cuenten penas un día sí y otro también. Sin embargo, hay que ser sinceros con nuestros lectores. Sinceros y honestos. La mayoría de nuestra vida es tan similar a la de "Pili de Cuenca" que no veo por qué, siempre hay que ocultarlo.

Yo misma, hoy, necesito un desahogo. Necesito contaros que esta semana ha sido un infierno. Que nuestra alegría después de la feria, se esfumó en segundos con la muerte de nuestra abuela paterna. Que cuando estábamos a punto de meternos en la cama al borde ya del desmayo tuvimos que salir corriendo a un tanatorio y posteriormente al entierro. La misma semana en la que no nos quedaba ni un minuto libre en la agenda. La misma semana en la que mi cuerpo de ser humano dejó de responder y un virus similar al "tifus" me paralizó y me dijo: "hasta aquí".

Y yo me negaba. No podía caer enferma, "está semana no por favor". Ya habíamos tenido suficiente. 

Discutí con mi hermana, discutí con mi chico. Tenía tal impotencia por saber que me tenía que meter en la cama a sudar que se me caían las lágrimas. 

Cuatro visitas DECO. Una detrás de otra. Intentando compensar con "efferalgan C" que a veces me faltaba el aire. Volvía de cada visita directamente a la cama, pensando en coger fuerzas para la del día siguiente. Di lo mejor de mí compensando la mala cara con mi mejor sonrisa. [Gracias a todos los que me habéis recibido en vuestras casas estos días con tanto cariño y tanta comprensión. ¡Vaya Ana Bolena en versión "piltrafilla"! :_)]

Y aquí seguimos. Deseando que pase este "bache" que no es otra cosa que la vida misma. Sin otro afán que el haceros llegar que todos somos iguales. Da igual estar al frente de un blog, una tienda, una empresa medianamente conocidilla en este nuestro mundo 2.0 que no es más que un apéndice muy pequeñito del mundo real.

Nunca comparéis vuestra vida con el de al lado. No si eso os hace pequeños o indecisos y mucho menos si "su vida" se cuenta a través de una pantalla de ordenador. Aquí cada palo aguanta su vela. Aprovechad el contenido de los que utilizamos esta plataforma para contaros nuestros proyectos, ideas y logros, como una forma de entretenimiento, un desahogo, a veces incluso un aprendizaje (que hay blogs verdaderamente válidos con personas que se esfuerzan por aportar cosas interesantes).

Hoy más que nunca soy "Pili la de Cuenca" y en cualquier momento puedo tener otro revés que me deje en el sitio. Tener 5000 lectores NO ES NADA para evitar la muerte de un ser querido, ni para ser inmune al tifus. Por suerte para mí, 5000 lectores, ES MUCHO. Al menos después de tantos años, hoy habrá alguien que me lea. Y el favor en este caso, me lo estaréis haciendo vosotros.

Creo que me está subiendo la fiebre porque releo lo escrito hasta ahora y me dan ganas de no publicar o de llorar un ratito. Que sea lo que Dios quiera.

Hermanas Bolena... ya está, tenía que decirlo. Al fin y al cabo, ¿con quién si no paso más tiempo que con vosotros?.